Los mayas no
hablan del fin del mundo, es más, específicamente dicen que todo se
transforma, que lo único que permanece es el espíritu, en su viaje de
evolución hacia niveles superiores. La profecía maya más bien nos habla
de cambios que ocurrirán a nivel físico en el planeta, y en la
conciencia de la raza humana.
Posiblemente, la civilización maya fue
una de las más importantes de la historia. Hay vestigios históricos que
existen desde los años 400 a . de C., si bien su real origen se remonta,
de acuerdo a los propios mayas, a miles de años atrás, como
sobrevivientes directos del cataclismo atlante. Entre el año 300 al 900
d. de C. se marca la culminación de su apogeo para los tiempos modernos.
Tenían grandes conocimientos de astronomía y matemáticas, poseían un
sistema de escritura jeroglífico y construyeron impresionantes
edificaciones. Pero toda esta grandeza se vio reducida a la nada cuando,
por causas desconocidas, las ciudades mayas fueron abandonadas e
invadidas por la selva.
Fueron descubiertas después de varios siglos (XIX) y son las únicas pruebas que atestiguan toda esa grandiosidad.
Los Códices
Los Sabios Mayas de Palenque (Chiapas,
México) supieron algo al estudiar el cosmos y sus calendarios sagrados.
Ellos tenían un mensaje para transmitir a las generaciones de este
tiempo y dejaron señales a través de signos y jeroglíficos para que los
descubriéramos.
¿Pero qué dicen esos códices y esas profecías?
Uno de estos códices secretos dice que en
1475 el consejo supremo de los mayas reveló que comenzaba un ciclo de
520 años, que concluiría en la primavera de 1995, y que coincidiría con
el fin del periodo de oscuridad que los españoles traerían a estas
tierras años más tarde, algo que también supieron que iba a suceder.
Por eso comenzaron a ocultar sus textos
sagrados, ya que Colón llegaría a América en 1492 y Cortés, a México el
año 1519. Estos sabios mayas profetizaron que a partir de 1995 comenzará
la era de Itza o la edad del conocimiento.
La Profecía
Se dice que entre el año 1995 y el 2012
la humanidad recibirá la luz del conocimiento desde el corazón de la
galaxia. Dicen que esto sucederá cuando los seres humanos despierten sus
cuerpos de luz y trasciendan sus sombras. Así, es posible recibir la
luz del conocimiento y llegar a ser seres luminosos. El cuerpo dormido
de la humanidad debe despertar. Ésta es la razón por la que, desde hace
algún tiempo, han comenzado a volver mayas del tiempo del esplendor de
su pueblo a entregarnos las claves que harán efectivo ese despertar,
entregándonos su antiguo conocimiento secreto. Estos conocimientos
sagrados nos prepararán para la edad de Itza, una edad de conocimiento,
que dicen comenzará a finales del año 2012.
Su visión del mundo no era planetaria,
tenían una conexión con el centro de la galaxia , por eso sus ciclos del
tiempo no tenían una escala humana.
Los mayas piensan que el mundo tal y como
lo conocemos hoy, finalizará después de estos trece últimos baktunes.
El 13 es el número sagrado maya, el número del movimiento y el más
elevado.
La humanidad ya vivió varios ciclos antes
del que nos encontramos actualmente. Uno de ellos sería el de la
Atlántida, que concluyó con la desaparición de este continente. Su
conocimiento fue a parar a Egipto y al golfo de México. Esto explicaría
la cultura olmeca y el origen de sus conocimientos secretos. Hubo tres
grandes ciclos más, correspondientes a otras grandes civilizaciones de
la humanidad, que al igual que la Atlántida, también desaparecieron.
Ahora otro gran ciclo estaría a punto de concluir.
Hay un flujo de acontecimientos que no
podemos dominar. Estamos todos en un río que ¡hay, quién sabe a dónde
nos llevará!. Es su decisión qué hacer o no hacer dentro de ese río.
Oponerse a su corriente o fluir con él, dejándose llevar.
Ya están las semillas dentro de nosotros.
Estamos en el inicio del renacimiento de la civilización maya. Y todos
nosotros podemos ser mayas. Ser maya no es una cuestión racial, sino
espiritual. Maya es alguien armonizado con la Tierra y con el universo.
Los mayas no hablan del fin del mundo, es
más, específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que
permanece es el espíritu en su viaje de evolución hacia niveles
superiores.
La primera profecía anuncia el final del
presente ciclo, que desde 1999 quedan 13 años y que cada hombre está en
el salón de los espejos para encontrar en su propio interior su
naturaleza multidimensional... que nuestro sol gira alrededor de Alción,
el sol central de las Pléyades, y que ambos sistemas giran alrededor de
la mente, y en el centro de la galaxia, en un giro que dura 200
millones de años.
Con esta profecía los mayas quieren abrir
la mente del hombre a la galaxia. Dejan codificado en su calendario la
fecha clave para la transformación definitiva: a fines del año 2012.
La Segunda Profecía
La segunda profecía dice que las
respuestas a todo están en el interior del hombre, que su comportamiento
determina su futuro y afirma que la humanidad se encuentra en un
momento de transición fundamental hacia una nueva manera de percibir el
universo... que la tierra y el sistema solar están recibiendo un haz de
luz, energía e información desde el centro de la galaxia, que está
provocando un aumento en la vibración del planeta, de las ondas
cerebrales y las células del hombre, que se están poniendo en
resonancia, en equilibrio con la nueva frecuencia, ocasionando enormes
cambios en su comportamiento.
La segunda profecía muestra dos caminos:
uno de comprensión y tolerancia, otro de miedo y destrucción. En ambos
se aprenden las lecciones necesarias para la evolución de la conciencia.
Somos nosotros los que debemos decidir cuál de los dos tomamos; son el
cielo y el infierno manifestados simultáneamente.
Nos dice que la humanidad se dirige hacia
una nueva época de armonía, que para llegar a ella tenemos que
enfrentar nuestros grandes miedos y aceptar que las situaciones
difíciles, que vivimos para aprender , conservando la paz en cualquier
situación que vivamos, por difícil que sea, pues podremos mantener y
aumentar nuestra energía interna produciendo un estado de vibración alta
y un estado de respeto por todo lo que existe. Las situaciones
difíciles estarán en nuestras vidas mientras necesitemos aprender algo
de ellas.
La tercera profecía dice que debemos
tomar conciencia de nuestra influencia en el planeta para no seguir
equivocándonos, provocando su destrucción, como ha sucedido a lo largo
de la historia... que los procesos de industrialización sin sentido
ecológico han provocado con sus desechos un aumento general en la
temperatura del planeta y que esto se acentuará con el aumento de la
actividad del sol, causado por la energía que se recibe desde el centro
de la galaxia, ocasionando grandes cambios en el clima y en los vientos.
Serán vórtices de energía que limpiarán
la superficie de la tierra, que son la manifestación de la inconformidad
de nuestro planeta y de las energías elementales contenidas en su
interior.
La cuarta profecía nos dice que el hombre
debe terminar con su conducta depredadora para sincronizarse con los
ritmos de la naturaleza y ajustarse a los cambios que llevarán a todo el
universo a una era de armonía, que los cambios en el clima producirán
el derretimiento de los polos, permitiendo que la tierra se limpie y
reverdezca nuevamente, originando grandes cambios en la composición
física de los continentes donde vivimos.
Todas las profecías buscan un cambio en
la mente del hombre, pues el universo está generando todos esos procesos
para que la humanidad se expanda por la galaxia comprendiendo su
integridad fundamental con todo lo que existe.
La quinta profecía dice que todos los
sistemas basados en el miedo, sobre los que está fundamentada toda
nuestra civilización, se transformarán simultáneamente con el planeta y
el hombre para dar paso a una nueva realidad de armonía.
Los sistemas fallarán para enfrentar al
hombre consigo mismo, hacerlo ver la necesidad de reorganizar la
sociedad y continuar en el camino de la evolución que nos llevará a
comprender la cocreación. El dinero dejará de usarse como medio de
intercambio, y los síntomas que surgen desde distintas partes del mundo
parecen confirmarlo.
Surgiría un solo camino espiritual común
para toda la humanidad que terminará con todos los límites establecidos
entre las distintas maneras de ver a Dios.
El nuevo día galáctico está anunciado en
todas las religiones y cultos como una época de paz y armonía para toda
la humanidad. Es claro entonces que todo lo que no produzca este
resultado debe desaparecer o transformarse. La nueva época de luz y de
armonía universal no puede tener una humanidad basada en la economía
militar de imposición de verdades por la fuerza ni en un sistema no
equitativo de distribución de la riqueza representado en el dinero, la
riqueza virtual y la especulación financiera.
El Tiempo del No Tiempo
El amanecer de la galaxia debe basarse en
el profundo respeto de los unos por los otros, y en el reconocimiento
de que todo lo que existe es como otra parte de cada uno. Por eso, no se
necesitarán aparatos represivos ni los sistemas tecnológicos de
comunicaciones existentes, pues el hombre estará conectado mentalmente,
por lo que la violencia dejará de existir.
Estamos en el final del ciclo de la noche
de 5125 años. En el final de un día galáctico de 26.000 años, a punto
de entrar en el amanecer de la galaxia. La época de cambio que los Mayas
denominaron "El tiempo del no tiempo", que también fue profetizada por
otra culturas y religiones. Todas coinciden en que está a punto de
suceder un cambio de grandes proporciones y, al final del último giro
aproximadamente, vendría un período de caos que conduciría a una nueva
fase de la evolución de la conciencia y a cambios sin precedentes en el
hombre.
La sexta profecía Maya dice que en los
próximos años aparecerá un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la
existencia misma del hombre. Los Mayas veían a los cometas como agentes
de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente, para
que ciertas estructuras se transformaran y permitieran la evolución de
la conciencia colectiva. Todas las cosas tienen el lugar que les
corresponde, todas las circunstancias, aun las más adversas, son
perfectas para generar comprensión sobre la vida y para desarrollar la
conciencia sobre la creación.
La Séptima Profecía
La séptima profecía nos habla del momento
en que en el sistema solar, en su giro cíclico, sale de la noche para
entrar al amanecer de la galaxia. Dice que en los 13 años que van del
año 1999 al 2012, la luz emitida desde el centro de la galaxia,
sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente
a una transformación interna que produce nuevas realidades y todos los
seres humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones
recibiendo un nuevo sentido, la comunicación a través del pensamiento.
Los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior
elevando su energía vital llevando su frecuencia de energía vital del
miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del
pensamiento, y con él, florecerá el nuevo sentido.
La energía adicional del rayo emitido da
la oportunidad a los hombres que estén en una frecuencia de vibración
alta, y en ese sentido, ampliará la conciencia de todos los hombres,
generando una nueva realidad individual, colectiva y universal.
La reintegración de las conciencias
individuales de millones de seres humanos despertará una nueva
conciencia en la que todos comprenderán que son parte de un mismo
organismo gigantesco. La capacidad de leer el pensamiento entre los
hombres revolucionará totalmente la civilización.
En ese momento comprenderemos que somos
parte integral de un único organismo, y nos conectaremos con la tierra ,
los unos con los otros, con nuestro sol y con la galaxia entera. Todos
los hombres comprenderán que el reino mineral, vegetal, animal, y toda
la materia esparcida por el universo a todas las escalas, desde un
átomo, hasta una galaxia, son seres vivos, con una conciencia evolutiva.
A partir del año 2012, todas las relaciones estarán basadas en la
tolerancia y la flexibilidad, pues el hombre sentirá a los otros , parte
de sí mismo.
Transformación Interna
La séptima profecía Maya nos recuerda que
sólo nuestra propia transformación interna puede conducirnos a nuevos
sentidos, darnos salud e integrarnos con todo el mundo en una nueva
realidad de paz y armonía.
La aceptación de todos los eventos,
fáciles o difíciles, alegres o tristes como oportunidades de aprendizaje
de las que sólo puede resultar un beneficio personal, traerá la
independencia interior y la armonía. Se requiere un trabajo interior
voluntario para aceptar y comprender la evolución de la creación, un
trabajo diario que se refleje en todas las circunstancias de la vida y
que conduzca a la paz interior.
Además, afima que la comprensión y
aceptación de ese proceso de evolución llevará al aprendizaje y al
crecimiento espiritual a través de la armonía. Millones de hombres
encontrarán su paz interior, y al hacerlo, podrán abrir los archivos
históricos de todo lo que han vivido, pues sólo en ese momento, los
podrán ver sin juzgarlos como parte de un proceso de armonización.
Aparecerá una nueva cosmovisión espiritual, las relaciones se
establecerán a partir de los puntos de unión y no de separación, los
hombres serán flexibles y buscarán la paz. Estos cambios ocurrirán en
los niveles físico, mental y espiritual, en todas las escalas:
individual, familiar, comunal, planetaria, y galáctica. La mayor
transformación ocurrirá cuando se comprenda al universo como un proceso
de evolución eterna de la conciencia de los seres.
Esto traerá respeto por la conducta de
los demás, se acabará con los prejuicios y se comprenderá que todos las
experiencias conducen, inevitablemente, a una mayor armonía.
hablan del fin del mundo, es más, específicamente dicen que todo se
transforma, que lo único que permanece es el espíritu, en su viaje de
evolución hacia niveles superiores. La profecía maya más bien nos habla
de cambios que ocurrirán a nivel físico en el planeta, y en la
conciencia de la raza humana.
Posiblemente, la civilización maya fue
una de las más importantes de la historia. Hay vestigios históricos que
existen desde los años 400 a . de C., si bien su real origen se remonta,
de acuerdo a los propios mayas, a miles de años atrás, como
sobrevivientes directos del cataclismo atlante. Entre el año 300 al 900
d. de C. se marca la culminación de su apogeo para los tiempos modernos.
Tenían grandes conocimientos de astronomía y matemáticas, poseían un
sistema de escritura jeroglífico y construyeron impresionantes
edificaciones. Pero toda esta grandeza se vio reducida a la nada cuando,
por causas desconocidas, las ciudades mayas fueron abandonadas e
invadidas por la selva.
Fueron descubiertas después de varios siglos (XIX) y son las únicas pruebas que atestiguan toda esa grandiosidad.
Los Códices
Los Sabios Mayas de Palenque (Chiapas,
México) supieron algo al estudiar el cosmos y sus calendarios sagrados.
Ellos tenían un mensaje para transmitir a las generaciones de este
tiempo y dejaron señales a través de signos y jeroglíficos para que los
descubriéramos.
¿Pero qué dicen esos códices y esas profecías?
Uno de estos códices secretos dice que en
1475 el consejo supremo de los mayas reveló que comenzaba un ciclo de
520 años, que concluiría en la primavera de 1995, y que coincidiría con
el fin del periodo de oscuridad que los españoles traerían a estas
tierras años más tarde, algo que también supieron que iba a suceder.
Por eso comenzaron a ocultar sus textos
sagrados, ya que Colón llegaría a América en 1492 y Cortés, a México el
año 1519. Estos sabios mayas profetizaron que a partir de 1995 comenzará
la era de Itza o la edad del conocimiento.
La Profecía
Se dice que entre el año 1995 y el 2012
la humanidad recibirá la luz del conocimiento desde el corazón de la
galaxia. Dicen que esto sucederá cuando los seres humanos despierten sus
cuerpos de luz y trasciendan sus sombras. Así, es posible recibir la
luz del conocimiento y llegar a ser seres luminosos. El cuerpo dormido
de la humanidad debe despertar. Ésta es la razón por la que, desde hace
algún tiempo, han comenzado a volver mayas del tiempo del esplendor de
su pueblo a entregarnos las claves que harán efectivo ese despertar,
entregándonos su antiguo conocimiento secreto. Estos conocimientos
sagrados nos prepararán para la edad de Itza, una edad de conocimiento,
que dicen comenzará a finales del año 2012.
Su visión del mundo no era planetaria,
tenían una conexión con el centro de la galaxia , por eso sus ciclos del
tiempo no tenían una escala humana.
Los mayas piensan que el mundo tal y como
lo conocemos hoy, finalizará después de estos trece últimos baktunes.
El 13 es el número sagrado maya, el número del movimiento y el más
elevado.
La humanidad ya vivió varios ciclos antes
del que nos encontramos actualmente. Uno de ellos sería el de la
Atlántida, que concluyó con la desaparición de este continente. Su
conocimiento fue a parar a Egipto y al golfo de México. Esto explicaría
la cultura olmeca y el origen de sus conocimientos secretos. Hubo tres
grandes ciclos más, correspondientes a otras grandes civilizaciones de
la humanidad, que al igual que la Atlántida, también desaparecieron.
Ahora otro gran ciclo estaría a punto de concluir.
Hay un flujo de acontecimientos que no
podemos dominar. Estamos todos en un río que ¡hay, quién sabe a dónde
nos llevará!. Es su decisión qué hacer o no hacer dentro de ese río.
Oponerse a su corriente o fluir con él, dejándose llevar.
Ya están las semillas dentro de nosotros.
Estamos en el inicio del renacimiento de la civilización maya. Y todos
nosotros podemos ser mayas. Ser maya no es una cuestión racial, sino
espiritual. Maya es alguien armonizado con la Tierra y con el universo.
Los mayas no hablan del fin del mundo, es
más, específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que
permanece es el espíritu en su viaje de evolución hacia niveles
superiores.
La primera profecía anuncia el final del
presente ciclo, que desde 1999 quedan 13 años y que cada hombre está en
el salón de los espejos para encontrar en su propio interior su
naturaleza multidimensional... que nuestro sol gira alrededor de Alción,
el sol central de las Pléyades, y que ambos sistemas giran alrededor de
la mente, y en el centro de la galaxia, en un giro que dura 200
millones de años.
Con esta profecía los mayas quieren abrir
la mente del hombre a la galaxia. Dejan codificado en su calendario la
fecha clave para la transformación definitiva: a fines del año 2012.
La Segunda Profecía
La segunda profecía dice que las
respuestas a todo están en el interior del hombre, que su comportamiento
determina su futuro y afirma que la humanidad se encuentra en un
momento de transición fundamental hacia una nueva manera de percibir el
universo... que la tierra y el sistema solar están recibiendo un haz de
luz, energía e información desde el centro de la galaxia, que está
provocando un aumento en la vibración del planeta, de las ondas
cerebrales y las células del hombre, que se están poniendo en
resonancia, en equilibrio con la nueva frecuencia, ocasionando enormes
cambios en su comportamiento.
La segunda profecía muestra dos caminos:
uno de comprensión y tolerancia, otro de miedo y destrucción. En ambos
se aprenden las lecciones necesarias para la evolución de la conciencia.
Somos nosotros los que debemos decidir cuál de los dos tomamos; son el
cielo y el infierno manifestados simultáneamente.
Nos dice que la humanidad se dirige hacia
una nueva época de armonía, que para llegar a ella tenemos que
enfrentar nuestros grandes miedos y aceptar que las situaciones
difíciles, que vivimos para aprender , conservando la paz en cualquier
situación que vivamos, por difícil que sea, pues podremos mantener y
aumentar nuestra energía interna produciendo un estado de vibración alta
y un estado de respeto por todo lo que existe. Las situaciones
difíciles estarán en nuestras vidas mientras necesitemos aprender algo
de ellas.
La tercera profecía dice que debemos
tomar conciencia de nuestra influencia en el planeta para no seguir
equivocándonos, provocando su destrucción, como ha sucedido a lo largo
de la historia... que los procesos de industrialización sin sentido
ecológico han provocado con sus desechos un aumento general en la
temperatura del planeta y que esto se acentuará con el aumento de la
actividad del sol, causado por la energía que se recibe desde el centro
de la galaxia, ocasionando grandes cambios en el clima y en los vientos.
Serán vórtices de energía que limpiarán
la superficie de la tierra, que son la manifestación de la inconformidad
de nuestro planeta y de las energías elementales contenidas en su
interior.
La cuarta profecía nos dice que el hombre
debe terminar con su conducta depredadora para sincronizarse con los
ritmos de la naturaleza y ajustarse a los cambios que llevarán a todo el
universo a una era de armonía, que los cambios en el clima producirán
el derretimiento de los polos, permitiendo que la tierra se limpie y
reverdezca nuevamente, originando grandes cambios en la composición
física de los continentes donde vivimos.
Todas las profecías buscan un cambio en
la mente del hombre, pues el universo está generando todos esos procesos
para que la humanidad se expanda por la galaxia comprendiendo su
integridad fundamental con todo lo que existe.
La quinta profecía dice que todos los
sistemas basados en el miedo, sobre los que está fundamentada toda
nuestra civilización, se transformarán simultáneamente con el planeta y
el hombre para dar paso a una nueva realidad de armonía.
Los sistemas fallarán para enfrentar al
hombre consigo mismo, hacerlo ver la necesidad de reorganizar la
sociedad y continuar en el camino de la evolución que nos llevará a
comprender la cocreación. El dinero dejará de usarse como medio de
intercambio, y los síntomas que surgen desde distintas partes del mundo
parecen confirmarlo.
Surgiría un solo camino espiritual común
para toda la humanidad que terminará con todos los límites establecidos
entre las distintas maneras de ver a Dios.
El nuevo día galáctico está anunciado en
todas las religiones y cultos como una época de paz y armonía para toda
la humanidad. Es claro entonces que todo lo que no produzca este
resultado debe desaparecer o transformarse. La nueva época de luz y de
armonía universal no puede tener una humanidad basada en la economía
militar de imposición de verdades por la fuerza ni en un sistema no
equitativo de distribución de la riqueza representado en el dinero, la
riqueza virtual y la especulación financiera.
El Tiempo del No Tiempo
El amanecer de la galaxia debe basarse en
el profundo respeto de los unos por los otros, y en el reconocimiento
de que todo lo que existe es como otra parte de cada uno. Por eso, no se
necesitarán aparatos represivos ni los sistemas tecnológicos de
comunicaciones existentes, pues el hombre estará conectado mentalmente,
por lo que la violencia dejará de existir.
Estamos en el final del ciclo de la noche
de 5125 años. En el final de un día galáctico de 26.000 años, a punto
de entrar en el amanecer de la galaxia. La época de cambio que los Mayas
denominaron "El tiempo del no tiempo", que también fue profetizada por
otra culturas y religiones. Todas coinciden en que está a punto de
suceder un cambio de grandes proporciones y, al final del último giro
aproximadamente, vendría un período de caos que conduciría a una nueva
fase de la evolución de la conciencia y a cambios sin precedentes en el
hombre.
La sexta profecía Maya dice que en los
próximos años aparecerá un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la
existencia misma del hombre. Los Mayas veían a los cometas como agentes
de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente, para
que ciertas estructuras se transformaran y permitieran la evolución de
la conciencia colectiva. Todas las cosas tienen el lugar que les
corresponde, todas las circunstancias, aun las más adversas, son
perfectas para generar comprensión sobre la vida y para desarrollar la
conciencia sobre la creación.
La Séptima Profecía
La séptima profecía nos habla del momento
en que en el sistema solar, en su giro cíclico, sale de la noche para
entrar al amanecer de la galaxia. Dice que en los 13 años que van del
año 1999 al 2012, la luz emitida desde el centro de la galaxia,
sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente
a una transformación interna que produce nuevas realidades y todos los
seres humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones
recibiendo un nuevo sentido, la comunicación a través del pensamiento.
Los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior
elevando su energía vital llevando su frecuencia de energía vital del
miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del
pensamiento, y con él, florecerá el nuevo sentido.
La energía adicional del rayo emitido da
la oportunidad a los hombres que estén en una frecuencia de vibración
alta, y en ese sentido, ampliará la conciencia de todos los hombres,
generando una nueva realidad individual, colectiva y universal.
La reintegración de las conciencias
individuales de millones de seres humanos despertará una nueva
conciencia en la que todos comprenderán que son parte de un mismo
organismo gigantesco. La capacidad de leer el pensamiento entre los
hombres revolucionará totalmente la civilización.
En ese momento comprenderemos que somos
parte integral de un único organismo, y nos conectaremos con la tierra ,
los unos con los otros, con nuestro sol y con la galaxia entera. Todos
los hombres comprenderán que el reino mineral, vegetal, animal, y toda
la materia esparcida por el universo a todas las escalas, desde un
átomo, hasta una galaxia, son seres vivos, con una conciencia evolutiva.
A partir del año 2012, todas las relaciones estarán basadas en la
tolerancia y la flexibilidad, pues el hombre sentirá a los otros , parte
de sí mismo.
Transformación Interna
La séptima profecía Maya nos recuerda que
sólo nuestra propia transformación interna puede conducirnos a nuevos
sentidos, darnos salud e integrarnos con todo el mundo en una nueva
realidad de paz y armonía.
La aceptación de todos los eventos,
fáciles o difíciles, alegres o tristes como oportunidades de aprendizaje
de las que sólo puede resultar un beneficio personal, traerá la
independencia interior y la armonía. Se requiere un trabajo interior
voluntario para aceptar y comprender la evolución de la creación, un
trabajo diario que se refleje en todas las circunstancias de la vida y
que conduzca a la paz interior.
Además, afima que la comprensión y
aceptación de ese proceso de evolución llevará al aprendizaje y al
crecimiento espiritual a través de la armonía. Millones de hombres
encontrarán su paz interior, y al hacerlo, podrán abrir los archivos
históricos de todo lo que han vivido, pues sólo en ese momento, los
podrán ver sin juzgarlos como parte de un proceso de armonización.
Aparecerá una nueva cosmovisión espiritual, las relaciones se
establecerán a partir de los puntos de unión y no de separación, los
hombres serán flexibles y buscarán la paz. Estos cambios ocurrirán en
los niveles físico, mental y espiritual, en todas las escalas:
individual, familiar, comunal, planetaria, y galáctica. La mayor
transformación ocurrirá cuando se comprenda al universo como un proceso
de evolución eterna de la conciencia de los seres.
Esto traerá respeto por la conducta de
los demás, se acabará con los prejuicios y se comprenderá que todos las
experiencias conducen, inevitablemente, a una mayor armonía.